La soledad a veces se vuelve compañera cruel de las personas. No deja pensar, agobia con su mal humor. No te deja salir. Y ahi te quedas, solo. Sin nadie a quien decirle algo, un ¿qué tal?, un hola... te enfrascas adentro de un hermético y ves lo que pasa a través del cristal. Decidis hacerlo y no te metes en nada.
Directamente las cosas parecen que no te importan, estas en modo aburrido. Pero en realidad si te importan, sólo que no sabes cómo demostrar tu interés, tenés miedo de cambiar.
Y ahí estás. Sin saber qué hacer, para cambiar tu estado de estupidez. Pero no estás asi porque queres, algo te molesta y no podés sacarlo de adentro. Y si no te apuras, las cosas van a ponerse feas, y cuando te des cuenta que, la soledad que te tenía entre manos, de pronto cerró los puños, te vas a quedar encerrado adentro sin nada. Sin aire, sin ganas de luchar... y ahí si va a ser un poco tarde.
Tal vez piense que estoy rodeado de personas, pero aún así me siento absolutamente en soledad.
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