Tarde de llovizna gris, pero el sol está en ti. Hundido en tu regazo. Tejes y tus manos son dos lirios al amor, reposo en tu cansancio. Ven, te quiero ver andar, silencioso y frutal. Adagio de la espera. Ven que el tiempo es de los dos y por gracia tendremos primavera. Si eres pan que floreció en la mesa del amor y el vino de tu sangre es savia. Si tu aliento en el cristal, es cielo abierto al sol, la luz en tu regazo canta. Ven que este tiempo es de los dos y es gracia por nuestro amor

22.8.10

Soledad.

 La soledad a veces se vuelve compañera cruel de las personas. No deja pensar, agobia con su mal humor. No te deja salir. Y ahi te quedas, solo. Sin nadie a quien decirle algo, un ¿qué tal?, un hola... te enfrascas adentro de un hermético y ves lo que pasa a través del cristal. Decidis hacerlo y no te metes en nada.
 Directamente las cosas parecen que no te importan, estas en modo aburrido. Pero en realidad si te importan, sólo que no sabes cómo demostrar tu interés, tenés miedo de cambiar.
 No te involucras por miedo a que una cosa nueva altere tu monótona vida. Miedo al cambio se debe llamar. 
 Y ahí estás. Sin saber qué hacer, para cambiar tu estado de estupidez. Pero no estás asi porque queres, algo te molesta y no podés sacarlo de adentro. Y si no te apuras, las cosas van a ponerse feas, y cuando te des cuenta que, la soledad que te tenía entre manos, de pronto cerró los puños, te vas a quedar encerrado adentro sin nada. Sin aire, sin ganas de luchar... y ahí si va a ser un poco tarde.
 Tal vez piense que estoy rodeado de personas, pero aún así me siento absolutamente en soledad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario