Tarde de llovizna gris, pero el sol está en ti. Hundido en tu regazo. Tejes y tus manos son dos lirios al amor, reposo en tu cansancio. Ven, te quiero ver andar, silencioso y frutal. Adagio de la espera. Ven que el tiempo es de los dos y por gracia tendremos primavera. Si eres pan que floreció en la mesa del amor y el vino de tu sangre es savia. Si tu aliento en el cristal, es cielo abierto al sol, la luz en tu regazo canta. Ven que este tiempo es de los dos y es gracia por nuestro amor

25.9.10

Pronosticabas lo que iba a suceder

 Y así fue, la incertidumbre se terminó y dio paso a lo que era un poco más que obvio. Esas dos cuadras me sentí como cordero marchando al matadero, sabe a dónde lo llevan y que es el final, pero aún así guarda una leve esperanza de que esté equivocado y que el dueño lo lleve a tomar un helado.
  Pero en fin, si las cosas se dieron así, fue porque tal vez tenían que ser así. Y eso que no soy de esas personas que creen en el destino, me parece algo absurdo y banal. Algo sin sentido, confío en tener uno mismo la batuta de su vida y no caer en lo típico y cliché de dejarlo en manos de algo inestable como lo es el destino. Nadie se encarga de mi vida, a lo sumo lo haré yo.
 ·No se muy bien cómo patear fuerte al medio y no se cuándo tirar a colocar. Pero eso sí, no va a cambiar, voy a ser yo siempre el primero en patear·
 Pero esta vez, no fue mi... ¿culpa? yo no terminé las cosas, no fui yo. Asi que no tiene mucho sentido el hecho de ocuparme de mis propias decisiones.
 En fin como no fui yo, no me resta más que aceptarlo, ya está, se terminó,
 C'est lavie.
 Ni siquiera me gasté en hacer un duelo, porque me parecía realmente patético, en realidad me da alegría en algún sentido, era mejor saltar ahora y despejar el terreno, seguro que él se habrá sentido igual porque existen explicaciones rebuscadas, pero esta se pasó.
 Y de manera magistral. Fue como el gol de Diego a los ingleses. No soporto la gente que hace analogías de la vida diaria relacionando con el fútbol, pero me doy un permitido. Creo que se gano el premio a la mejor explicación rebuscada, ¡bien number one! así se hace.
 Hoy te digo que ya fue, no puedo creer que lo esté superando de esta manera, lo debo estar reprimiendo y seguro después es peor, a lo mejor todavía no caí, pero eso no es, estoy más que segura de lo primero, tengo los pies bien plantados en la tierra como las raíces de un árbol.
 Me siento bien porque no tuve la culpa, hice todo lo mejor que pude a mi manera, y si no le gustó se puede ir al averno de las letras, porque me siento bien, desempeñé un buen papel en esto y me siento orgullosa de mi, ¿Qué más da? Asi de una, no voy a cambiar, la persona que me quiera como realmente soy, estará en otro lado. Porque no supo aprovechar todo lo que valgo
 ·Preferible hacer las cosas a mi modo, aunque sufra se que va a haber un amigo, único ser con el que voy codo a codo, ya que mucho más que dos no fui contigo·
 De un te quiero a la pasión hay largo trecho, o del dicho al hecho hay largo trecho, son frases que cooperan con mi buen humor. Sufrí creo que el viaje en el micro, me da miedo estar sintiéndome bien, capaz que me pega todo de golpe después y me la da en la cara, sólo espero que no duela.
  ·Mi 'te quiero' quería levantar castillos, pero el tuyo sólo sostenía un muro·
 Es más me prometí no derramar una lágrima por alguien que evidentemente no se lo merece, gracias a que ayer una amiga me recordó algo: quien realmente las merezca jamás te hará derramarlas. Y es así, ya me hice a la idea de que es así, y no tiene sentido estar mal por alguien que no se lo merece, ¿cómo si fuera que al señor ego le importe cómo me sienta? No lo creo. Que la siga careteando, que así, se cree que le va bien. Estás haciendo las cosas mal y todo el mundo lo sabe, sólo que pensas que todos tenemos dos dedos de frente y no nos damos cuenta, cuando no somos ningunos giles. 
 ·Que tengas suertecita, que te conceda la vida, cada día lo que mereces. Que no te falte de nada, que no te de la espalda la esperanza, que encuentres el buen camino, QUE SEA EL TUYO Y NO EL MÍO·
 Va para él, el pibe que se la dio de maduro, un chico muy maduro para su edad según sus propias declaraciones, vamos a ver a quién se le cae primero la careta y si tu presunta madurez se resiste. Hay cosas que no tienen remedio, seguí enfrascado con tu madurez revestida. Un consejo, si vas a chocar mejor bajar un cambio.
·Buen viaje
·Bon Voyage
·Have a nice trip!
·Tenha uma boa viagem
que yo sigo con el mío, mucho mejor.


 Lo único que en verdad te agradezco es que hayas venido a aclaralo, aunque fue después de una semana de mierda que me hiciste esperar. Lindo eh, gracias. Lo peor es que sólo sé la mitad de las cosas, esa es la sensación que me queda. Algún día sabré la otra mitad y ahí o te entenderé (cosa que me parece muy improbable) o te hundiré más en mi memoria para nunca más sacarte a flote de nuevo.

14.9.10

Pleamar, bajamar

 No me detuve a pensar un segundo. Lo cierto es que trataba de abrir los ojos. Albergaba la esperanza, es más ansiaba cada segundo que transcurría que pudiera abrir mis párpados y ver la luz. Era la única forma de saber que no me encontraba... bueno, hablando con sinceridad, esperaba con todas las fuerzas no estar muerta. Y la única forma de saberlo era observar la luz matinal que traspasaba por la ventana y me daba de lleno en la cara.
 Aún me encontraba en la oscuridad, así que tenía dos posibilidades: la madrugada estaba presente y la noche reinaba en plenas tinieblas; o tal vez me encuentre en las profundidades de un nuevo mar, esperando el desenlace fatal. Tal vez, la ansiedad de cada noche, previa a un sueño, a un nuevo dolor.
 No es que no sea una adicta a la angustia, pero ya tenía hecha a la idea de lo que me aguardaba y la verdad algún día tenía que acostumbrarme.
 Cada noche era espantosa. No podría aguantar mucho meciéndome sobre una pesadilla que no me llevaba a ningún lado, a ningún puerto seguro. Quería encontrar la solución, pero sabemos que en los sueños correr rápido no sirve, ni siquiera huir, no hay lugar a dónde ir. En este caso, no hay lugar donde nadar.
 La pesadilla se había vuelto sistemática, mecanizada. No esperaba nada nuevo y eso era peor; esperaba y aguardaba cada momento como si fuera el último (ojalá lo fuese) pero eso tampoco era bueno, porque el final era horrible, el momento en que me dejaba ir, el del abandono.
 No era miedo al agua supongo, después de todo y a pesar de no saber nadar, me sentía relativamente "a gusto" hasta el fatídico momento. Lo que más me causaba desesperación era la sensación de ahogo, el simple hecho de no encontrar el oxígeno.
 Caer al agua era lo más sencillo. Tenía todo controlado, yo había decidido echarme al agua. Era uno más de una larga fila india esperando con impaciencia el momento de arrojarse al agua. Unos reían, otros no ocultaban su ansiedad moviendo sus pies a un ritmo frenético, otros aparentaban calma y tranquilidad en silencio.
 Poco a poco llegaba mi turno. Se arrojaban como si no importara que hubiera debajo. Pero todos estábamos seguros de que no iba a ocurrirnos nada malo, aunque estuviéramos sobre un impresionante acantilado donde las rocas con sus puntas amenazantes eran el paisaje natural de la escena.
 El tiempo se estrechaba de a ratos y se hacía insoportable en otros. Pero el tiempo no juega un papel fundamental en los sueños, si es que este era uno. Pero estaba convencida que lo era. No había otra opción.
 Finalmente, el momento llegó. Con impulso y decisión, una corta carrera y allí estaba: saltando a un vacío inexistente pero con una seguridad que hasta a mí me asustaba. La caída era un letargo más que extraño, pero de un momento a otro me zambullí en el agua.
 Salía a la superficie de a poco, me costaba pero todavía podía con esto. No me sentía lo suficientemente perdida como para abandonarme. Esperaba a que alguien más cayera detrás de mí, y también esperaba encontrar a quienes habían caído con anterioridad. No había nadie, me encontraba sola y eso, aunque no quisiera, me aterraba.
 El pánico me invadía lentamente cuando intentaba bracear a una orilla, algo que me diera estabilidad. Pronto comencé a agitarme, moverme tanto me causaba un extremo cansancio, así que decidí detenerme, tratando de flotar sobre el agua limpia y cristalina por el momento. Tranquilas.
 Luchaba contra el pánico, la sensación de ahogo y el cansancio. Y como si fuera poco, sabía que lo peor estaba por venir. Acostumbrada, me sentí esperando el desenlace, miedo era lo último que podía esperar.
 Una vez más me encontraba allí, un lugar que conocía como la palma de mi mano, pero que aún así me seguía desesperando como el primer día. Esperando, sin nada a que aferrarme. No había esperanza, ni encontraba un motivo para salvarme. Me adentraba en el abandono.
 Las nubes de este cielo se poblaban de manchuras negras, relámpagos y el ruido ensordecedor de un trueno a lo lejos. Las aguas abandonaban su aparente calma y comenzaban a agitarse, presa de una marea incontenible, me encontraba luchando por encontrar la superficie. El agua limpia y cristalina, se transformaba en una espesa marea negra, oscura. La oscuridad era el elemento predominante. Parecía que el agua tenía una consistencia similar al petróleo: negro y pesado. Pero después de todo era agua.
 La fuerza de las enormes olas me arrastraban a la profundidad. Lo que no quería. Mis brazos no podían más del dolor, me acalambraba aún más el pensar que debía continuar si deseaba salvarme. Guardaba el poco oxígeno que tenía, pero ya bajo el agua era inútil. En un intento por buscar aire, abrí mi boca pero sólo encontré agua.
 La presión me comprimía la cabeza hasta no poder soportar. Mis pulmones cambiaron el aire limpio por la negrura del agua, pudría mis entrañas. Me pesaba el cuerpo por el agua, mi interior ardía irritado por la sal marina.
 Era el mayor sufrimiento, y por consecuencia era lo último. Era el momento de dejarme allí. Caía lentamente a las profundidades de un océano, feliz él de tener una víctima más. Allí estaba, muriendo.
 Una luz me aguardaba al final de la caída, iluminaba con intensidad mis ojos que permanecían cerrados. Los abrí, y la luz matinal bañaba de reflejos la habitación.
 El silencio reinaba. Había sobrevivido otra noche

Peter Pan

 Me siento orgullosa de mí. En este año he descubierto cosas de mí misma que antes no sabía, y eso me da un empujón.
 Es genial descubrir, abrir puertas que estaban cerradas
"No me ves pero ahi voy a buscar tu prisión de llaves que sólo cierran, no me ves pero ahi voy a encontrar tu prisión."
 Es decir, voy liberando pequeñas emociones y sentimientos que estaban encarcelados.
 ¿Quién era el guardiacarcel? ¿Quién tenía las llaves de la celda? -YO. Pues yo misma, que ingenuo.
 En fin, volviendo al principio, en este tiempo he descubierto hasta el momento dos cosas de mi vida que antes no sabía: mi miedo al agua, pero no es que tenga fobia a bañarme o a lavarme las manos, no eso no. Tengo más miedo a ahogarme, o mejor dicho, mi miedo es: miedo al ahogo, a la falta de O2 en los pulmones. Me sofoca sólo pensarlo. Es uno de los primeros miedos que descrubrí.
 En segundo plano, encontré mi miedo a crecer. Si, tengo miedo a crecer y es bastante estúpido. Yo que siempre goce del pensamiento de creer que era lo suficientemente madura como para afrontar el problema. Pero descubrí que en realidad no es asi.      
 Víctima de este miedo, sentí la necesidad de que todo se mantuviera en su mismo lugar, que nada cambiara. Que todo permaneciera por tiempo indefinido en el punto justo. Algo que creo que es el mejor momento. 
 Asi es, me siento una especie de Peter Pan que no quiere crecer, salvo que no tengo niños salvajes, ni un País del Nunca Jamás a donde ir. Y creo que no supone ninguna ayuda decir: Yo si creo en las hadas, etc etc.
 Me tengo que quedar en el mundo, este en el que estoy, qué bazofia. Pero es lo que tengo. Siempre es medio pelotudo decir: "no tengo algo, pero tengo esto. Y bueno es lo que tengo, ¿no?"
 Me encuentro sufriendo,
el "Síndrome de Peter Pan":
fenómeno que sufren aquellas personas que experimentan el miedo a crecer y a asumir responsabilidades.
 Pero no tengo problema en asumirlas, ya he asumido otras, pero... esta definición está mal. Tengo miedo a crecer, a perder la esencia de mi juventud y convertirme en una agreta igual que todos los fuck adultos.
 Obvio que quiero ir a la facultad, te la pintan muy copada. Tiene muy buena prensa la facultad. Capaz es algo más. Pero no quiero perder esto que tengo ahora.
 Ni yo me entiendo.

¿Dónde estas Wendy?
Desapareciste y te llevaste consigo mi otro yo

10.9.10

En fin

 Como bien dice el dicho: Tanto va el cántaro a la fuente, al final se termina rompiendo. Y se rompió al final. Bien por mi, me parece perfecto. Porque me siento bien.
 Y si no hubiera sido así, no se, tal vez habría encontrado otra cosa. Y hubiera sobrevivido. ¿Qué era lo peor que podía pasar? Siempre es una buena pregunta. Las cosas siempre pueden estar un poco peor que antes. Así que bueno, a mirar lo que hay, que seguramente debe ser mejor que algo. Debe haber un algo peor en la borra de café. Y si no llegué ahí todavía, me quedo con este vaso medio lleno. Y no medio vacío.
 Me aferro a lo que hay, un pequeño salvavidas. No me va a salvar, pero me mantendré por unas horas más. Y si lo mejor hubiera sido dejarme ir, lo habría hecho si considerara que eso fuera realmente necesario. ¿De qué desastre me salvé? En buena hora (o mala hora) te solté, o me solté. En fin ahora vale cualquier opción.
 Y no se si es buen momento, pero que se yo. Ya no me importa realmente, una mierda. Y así seguiré, ya no quiero saber nada. Lo importante ahora es que te tengo. Aunque mejor pongo te tengo entre comillas, o sea "te tengo", por lo menos te tengo entre comillas y no me quede con las manos vacías. Genial, encontré mi vaso medio lleno, y me aferro a esto que es un pequeño salvavidas del abismo. Y no voy a caer más bajo, porque no me lo merezco. Es un pensamiento bastante individualista pero me encanta. Creo no tener registro de la última vez que sentí tanto optimismo de mi parte. Y esto no es una cuestión racional, lógica, matemática o mecanizada. Es una cuestión de sensación, ¿una cuestión de actitud? Y ya sabemos que en los sentimientos no hay regla, ni juicio. Pero es genial, me siento optimista y no solo de manera lógica y racional sino también ¿sentimental? Espero que exista la palabra.

9.9.10

Precio

¿ Tenes algun precio para esto?
¿ Cuánto vale? Un par de pesos, un par de zapatillas, una docena de facturas
¿ Qué vale? Una visita guiada, un cacho de papel arrugado, un paisaje.
¿ Cuánto valgo? las ganas de vivir, tirarse en el pasto a ver la nada, sentarme en soledad.
¿ Qué estas dispuesto a pagar? arriesgar algo inútilmente, tararear una nana, escuchar a los grillos.
¿ Qué precio tiene?  Tal vez pienses, algo. O nada. Vale algo mas que eso, era hora de que lo sepas. Vale una sonrisa, una mirada, un gesto, una lágrima, una pestaña, un movimiento, un mareo, una charla, una amistad, un amor.
 Un romance, un perro, un momento, una nube, el cielo, un ave, el campo, el pasto. Un abrazo, un beso, un guiño, el sonido, la luz, la soledad, la creatividad, la imaginación, la mente, el quicio, la psiquis, el alma, el corazón.
 La verdad, la mentira, la idiotez, la inteligencia, la estupidez, el inconciente y la conciencia. Una hora, un minuto y un segundo, un espacio, una plaza, una casa, una chimenea, la cocina, un mensaje, un aviso, una advertencia y un consejo. La infancia, la inocencia, la culpa. Un paseo, un jardín, una flor, un árbol, un ser vivo, una piedra, un arroyo.
 ¿A qué te podes acostumbrar?